Con el mes de mayo numerosos actos, como en todos los meses, se celebran en nuestra Parroquia del Sagrado Corazón. Uno de ellos es el fin de curso de la Escuela de Familia, que será el 1 de junio a las 17:00 h.
Casi todos los grupos preparan con ilusión su actuación cara el público, para que todos veamos lo mucho que han aprendido y ¡¡lo bien que se lo han pasado!!.
Oiremos la Misa Rociera y nos emocionaremos con esa Salve preciosa que con tanto cariño preparan las alumnas de sevillanas.
Después como siempre pasa en este país, lo celebramos todo comiendo, nos juntaremos todos en “un picoteo” muy generoso con el que nos obsequia la Parroquia y por supuesto todos los grupos buscaran un menú asequible en los distintos restaurantes de la ciudad para desearse un buen verano y quedar para septiembre que es cuando se renuevan las inscripciones del nuevo curso.
Todo esto, por supuesto, es muy importante pero detrás de todo ello hay algo esencial.
Atraves de las distintas actividades de la Escuela de Familia, muchas personas han descubierto nuestra Parroquia de puertas abiertas, acogedora y dispuesta a integrar en su gran familia, a todos los que se acerquen a ella y quieran hacerlo.
Para muchas personas, ha sido el sitio donde paliar y olvidar durante un ratito sus problemas y donde han encontrado personas dispuestas a ayudarlas y a compartir sus penas y alegrías. Eso es lo mejor de la escuela. No son personas que comparten una actividad, son grupos de amigas.
El hogar ya no es solo para los mayores. Allí se reúnen muchos grupos a compartir un café, unas pastas y un rato de convivencia. Gracias al esfuerzo de los sacerdotes para adecuarlo, no hay en los alrededores ningún bar donde se esté más tranquilo y en mejor compañía ¡Ah no quiero olvidar que tenemos una calefacción estupenda y ahora no es imprescindible el ejercicio para entrar en calor!
Amigos, nos despedimos, pero yo espero a todos/as para el próximo curso y que animéis a vuestros amigos y amigas a participaren en los muchos acontecimientos que nuestra Parroquia tiene. Ella nos ayuda a descubrir lo que el Señor, través de la advocación del Sagrado Corazón, nos quiere a cada uno de nosotros y como nos cuida, aunque muchas veces no entendamos sus designios.
¡¡¡¡¡¡FELIZ VERANO PARA TODOS!!!!! Y ya sabéis nos vemos en septiembre